En Totana estamos en fiestas; no quiero decir que esto sea quasi un circo, que razones tendría para afirmarlo, sino que estamos en fiestas, celebrando a nuestra Santa, a Eulalia de Mérida. Y en estos intersticios resulta que, en la última semana, la plataforma mediática del alcalde ha lanzado un furibundo ataque contra las Juventudes Socialistas, contra su secretario general aquí en Totana. ¿Razones? Pues muy simples: cuando el alcalde estuvo durante dos meses en la cárcel, se formó una Plataforma llamada “por el buen nombre de Totana”; fueron numerosos los actos reivindicativos de la inocencia de Andreo que esta organización puso en marcha; asimismo también se significaron numerosos empresarios y comerciantes en la defensa del alcalde. Y en un foro de internet, alguien tuvo la idea de poner los nombres de algunos comerciantes que respaldaron al alcalde encarcelado. Después de que le concedieran la libertad bajo fianza, Andreo tuvo que corresponder los desvelos de aquella Plataforma y lo hizo convocando un Pleno extraordinario en el que el PP en solitario acordó presentar una denuncia ante los Tribunales por lo que ellos consideraban “listas negras”. La oposición nos desmarcamos de dicho acuerdo y, por supuesto, de cualquier tipo de listas diciendo dónde había que comprar o no; eso ya lo han sabido hacer en muchas ocasiones desde la derecha, como cuando impulsaron el bloqueo de los productos catalanes, sin ir más lejos.
Pues bien, resulta que casi dos años después, el semanario Línea Local que ha cobrado del ayuntamiento de Totana en los últimos seis años de gobierno popular varios cientos de miles de euros, y cuyo dueño, íntimo amigo del alcalde, se jacta de ser el verdadero azote de los partidos de izquierdas en Totana, ahora acusa al Secretario General de Juventudes Socialistas de Totana, de ser el administrador de aquel foro insultón, que puso en evidencia la política clientelista de su amigo Andreo.
Ante esta situación, creo que es necesario hacer varias puntualizaciones y reflexiones: en primer lugar, con lo que ha caído últimamente sobre los juicios mediáticos a propósito de lo ocurrido en Canarias a ese joven inocente a quien se le condenó públicamente y se le ha hecho un daño irreparable, sería conveniente que los medios fuesen prudentes y ni la prensa local económicamente cautiva del poder, ni los columnistas se dejen llevar por informaciones que pueden ser equívocas y en las que no hay ningún auto judicial en el que se impute nada a nadie.
En segundo lugar cabría preguntarnos, si alguien abre una ventana, o un foro, o un espacio de expresión absolutamente libre ¿es quien lo administra el responsable de las opiniones expresadas por cualquier persona de forma anónima? Las últimas sentencias judiciales parecen eximir de responsabilidad al dueño o administrador de una web, de lo que otras personas puedan colgar como opinión distinta del titular del espacio. En estos momentos en los que está tan vigente la polémica sobre la libertad en internet, sobre la capacidad de vehicular la expresión y la creatividad en la red, me parece un auténtico desatino querer poner puertas al campo y arremeter contra espacios que, con mayor o menor acierto, concretan el precepto constitucional.
Por último creo que vuelven a quedar en evidencia las estrategias arteras y poco claras que utiliza el alcalde de Totana para seguir apalancado en su poltrona, parapetado en la alcaldía, como única posibilidad de defender mejor sus intereses personales y jurídicos. De él ya conocimos, a través de la transcripción de las conversaciones que le grabó la Guardia Civil en el sumario de la operación Tótem, que tenía intención de crear una plataforma mediática con radio, TV, prensa y web, de la que él sería el accionista mayoritario. Y esa ha sido su gran obsesión, al tener un gabinete de alcaldía, ocupado y preocupado únicamente en la imagen del alcalde, compuesto por cinco funcionarios.
En cualquier caso, los problemas personales de este hombre, su estrategia defensiva basada en el ataque y el recorte ilegal de los recursos a la oposición, están poniendo en evidencia la descomposición del PP en Totana. Y la salud democrática de nuestro pueblo exige que los partidos sean íntegros, y las personas que estamos al frente de los mismos honestas. Y mientras la crispación y el enfrentamiento, alentada los el alcalde y sus medios afines, van minando cada vez más la convivencia; y mientras Valcárcel continúa mirando para otro lado. Y la fiesta sigue, como si aquí no pasara nada.
