Y el alcalde tiene que dar muchas explicaciones. Somos el pueblo donde más obras se han prorrogado del Plan E de 2009, concretamente un 70 % de la inversión del año pasado sigue sin ejecutarse (ahí es nada, 3.585.000 €); y esto que en otra circunstancia serían los retrasos propios de unos gestiores mediocres y de unas empresas acostumbradas a tratar con la administración municipal con fama de que paga tarde, pero ahora es especialmente grave. Porque ese dinero se mandó a Totana para que varios cientos de trabajadores del sector de la construcción pudiesen ganarse la vida y salir del paro, para que las empresas tuviesen actividad y volviera la liquidez... Pero frente a esas medidas de urgencia, vitales, nos encontramos con la indolencia de los peores gestores que ha tenido Totana en su historia democrática.
Esta mañana le contaba yo a los vecinos que no quiero ni pensar que hayan hecho con este dinero lo mismo que parece ser que el alcalde hizo con los dos millones de euros que mandaron para hacer el nuevo Centro de Salud; aquí nadie sabe dónde están, y evidentemente las instalaciones tampoco, que para eso estamos sufriendo los totaneros las colas interminables de la masificación. Pudiera ser la causa esta estructura sobredimensionada del ayuntamiento a base de crear redes clientelares, o como dicen otros, de enchufar a diestro y siniesto para crear fidelidades, para asegurar un pesebre de estómagos agradecidos; y esta estructura de ayuntamiento se lo traga todo, lo consume todo; no hay presupuesto que lo aguante. Y el alcalde sigue con su miopía de niño chico enfurruñado e inmaduro que no sabe asumir responsabilidades, ni situarse de forma lúcida, útil y operativa ante la crisis municipal más grave que va a tener unas consecuencias nefastas para mi pueblo.
Los totaneros queremos saber dónde se ha medido el dinero, por qué menos del 5 % de los contratados son vecinos de aquí, por qué no hay ni una empresa de Totana a la que se le hayan encargado los contratos del Plan E, por qué el alcalde no da ninguna explicación, ni siquiera de cuento chino a los que tan aficionado es. En estos días en los que las declaraciones en los juzgados lo van arrinconando cada vez más, en que la economía municipal ya está bajo mínimos, los totaneros queremos saber la verdad. Y nos vamos a enterar.
