Hace ahora cuatro años que el presidente murciano pisó oficialmente por última vez tierras totaneras para apoyar de forma contundente y explícita a su “amigo Juan”, el entonces todavía alcalde Morales y candidato a la asamblea regional. “Ningún juez tiene que decirme a mí que tú eres buena persona, Juan. Por ti pongo la mano en el fuego”, con estas palabras se refería Valcárcel al alcalde saliente. Pero evidentemente se equivocó; su amigo Juan podría haber llevado una doble vida, la de cara a la galería, y la otra por la que la fiscalía le pide 24 años de cárcel y 23 millones de euros de multa. Sin embargo aquel día en La Santa, el presidente murciano se enseñó injustamente con los entonces concejales socialistas, víctimas de una equívoca sentencia publicada interesadamente en el comienzo de la campaña electoral, en la que se les condenaba por haber dicho que Morales estaba enriqueciendo a sus amigos. Pero el responsable popular nunca ha retirado todas las descalificaciones, improperios e insultos por él vertidos en apoyo de su “ejemplar amigo”.
Y en aquella tesitura, Valcárcel vino a Totana a apoyar al delfín de Morales, otro personaje político por el que apostó fuertemente y con el que de nuevo se ha vuelto a chamuscar severamente. La apuesta del 2007 del presidente del PP le dio buenos dividendos electorales, una amplia mayoría absoluta, pero parece que emparejado a este techo electoral iba unido un amplio montante de asuntos turbios de los que la Justicia se está ocupando exhaustivamente. Martínez Andreo, que fue la última apuesta personal de Valcárcel, ha traído a Totana cien millones de euros de deuda municipal, un 30 % de paro, crispación política y división social. Nunca en la historia democrática de este pueblo hubo tanto desbarajuste en el gobierno, tanto despilfarro, tanto clientelismo político, tanta división…
Y como dije al principio, después de cuatro años de completa ausencia, el presidente del PP de Totana anuncia a bombo y platillo que Valcárcel vuelve a Totana a presentar la candidatura de la derecha. ¿Volverá Ramón Luis a poner la mano en el fuego por esta candidatura de último recurso, elaborada in extremis después de un larguísimo rosario de deserciones y negaciones a liderar o a incorporarse en este proyecto? ¿Bendecirá Valcárcel una lista en la que la propia candidata a la alcaldía declaraba que a ella la ha propuesto un tal Martínez Andreo, a la sazón expulsado del Partido Popular? ¿Respaldará el presidente popular una candidatura elaborada íntegramente por el actual alcalde repudiado, con la que, si se alzasen con la victoria, Martínez Andreo pretende continuar manejando los hilos de la política municipal? ¿Sabe Valcárcel que la candidata anunció en el momento de su elección que Martínez Andreo sería su mano derecha?
En fin, que son muchos los riesgos que Valcárcel vuelve a asumir en Totana. Y es que la persona es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, o que como ocurre aquí, está dispuesto a quemarse hasta en tres ocasiones con el mismo tizón.
